Este es uno de los temas sobre los que he estado reflexionando últimamente, en muchas películas y series he observado algunos modelos futuristas en los que veo la presencia de una gran cantidad de aparatos tecnológicos que realizan diversas funciones.

Muchas veces, me cuestiono si esas tecnologías las cuales van avanzando y reproduciéndose, llegarán a influir de una manera positiva o negativa en los seres humanos. A simple vista, es una maravilla una vivienda inteligente, que sea capaz de realizar las diferentes funciones con únicamente una petición oral.

Sin embargo, a veces lo miro desde otro punto de vista y me causa cierto miedo la manera en la que estas tecnologías comienzan a sustituir de alguna manera al ser humano.

Por la parte positiva, creo que las nuevas tecnologías podrían servir de gran ayuda a la arquitectura con algunos sistemas que nos permitan una mayor comodidad, un mayor bienestar, que es uno de los principales objetivos de la arquitectura, pienso que, conseguir un espacio dónde nos sintamos en nuestra zona de confort, será mucho más fácil con las nuevas tecnologías.

Por la parte negativa, creo que el hecho de que las máquinas lo hagan todo por nosotros puede influir de una manera muy dañina a los seres humanos, en primer lugar, mentalmente, al principio, pienso que todo sería felicidad y comodidad, sin embargo, con el paso del tiempo, nos daríamos cuenta de que no nos sentimos realizados, algo tan simple como levantar la persiana, hacer la cama o levantarnos a coger cualquier cosa que necesitemos, se convertiría en un reto si nos acostumbramos a no hacer nada.

Ese exceso de comodidad al menos a mí me afectaría psicológicamente y me haría sentir una persona sin ninguna utilidad.

A pesar de que no me gustaría vivir la situación citada anteriormente, creo que por otra parte las tecnologías pueden ser de una gran utilidad para conseguir una mayor seguridad de los espacios, adquirir materiales más resistentes, conseguir una mayor protección…

En conclusión, esta reflexión me ha llevado a darme cuenta de que las tecnologías son un factor muy importante a la hora de hacer arquitectura y nos servirán de gran ayuda, cada vez más con el paso del tiempo. Sin embargo, pienso que se les debe dar un uso con el objetivo de complementar al ser humano sin llegar a sustituirlo.